lunes, 22 de abril de 2024

Tracios, iberos y partos

I

Cada vez que me encuentro con piezas ibéricas relevantes, como el sábado en el Museo de Albacete, le envío imágenes de las mismas a mi amiga Ruja Popova, historiadora búlgara con la que comparto un buen número de recuerdos entrañables. Mi primer viaje por Bulgaria lo hice en su coche, cantando canciones de Nino Bravo. Me invitaron a dar la conferencia inaugural en un congreso de tracología que se celebraba en Sofía y Plovdiv y allí me presenté con un discurso que trataba de la presencia del orfismo en la República de Platón. Después vinieron otros muchos viajes y la comisaría de una exposición de la cultura tracia para Caixaforum que durante un año recorrió Barcelona, Madrid y Valencia.

II


III

"Querido Luri", me escribe Ruja, "me alegra que todavía nos recordemos".

Transcribo sus palabras, que para mí tienen un sabor especial, muy entrañable: "Estas imágenes representan otra vez que el mundo de la cultura no sabía de fronteras: la decoración misma (en metal) como de los caballos se puede ver en los hallazgos de los partos. E una otra  Iberia es parte del Imperio parto. Pero esa es otra conversación, muy larga.  Muchas gracias!!!!"


domingo, 21 de abril de 2024

Gran Hotel

 I

Sí que hay algo espectacular en Albacete: el Museo de Albacete. Situado en el Parque Abelardo Sánchez tiene algo de brutalismo por fuera, pero en su interior guarda maravillas del arte ibérico, comenzando por la famosa bicha de Balazote y pasando por las grandes damas oferentes y el imponente caballero de los Villares. 

II

Como la mañana era larga y el tren no salía hasta las 14:45, fui a ver pasar el Albacete transeúnte desde la terraza del Gran Hotel. No hay mañanas más luminosas que las de los fines de semana en las capitales de provincia que no tienen prisa por huir de su historia. Había tanta gente paseando festiva y alegre que se lo comenté al camarero. "Es que", me dijo, "a Albacete se la conoce como la Nueva York de Castilla-La Mancha". Me lo dijo con tanta convicción que no pude por menos de darle la razón.

III

En otros tiempos me hubiera comprado un periódico y hubiese aprovechado el mediocre café que me sirvieron para leerlo despacio. En estos tiempos, como desatiendo por completo la prensa, saqué el ordenador y me puse a escribir. Hasta que un joven muy bien vestido se me acercó y me presentó a su novia, guapísima. "Porque es usted Gregorio Luri... ¿verdad?"

sábado, 20 de abril de 2024

La parte esencial del mensaje

 I

Escribo desde la habitación de un hotel para decirme a mí mismo que cumplo con el lema: "nulla dies sine linea".

II

Por la ventana veo el frondoso parque de Abelardo Sánchez. He subido a la habitación, después del desayuno, para acabar de leer un libro antes de visitar el Museo del Parque. Me aseguran que hay piezas muy interesantes.

III

Pasé hace años por aquí como el viento, deprisa y sin detenerme en nada y aun así no me gustó lo que no vi. Ahora he vuelto con otra mirada y me ha sorprendido la ciudad. No es una ciudad monumental, no tiene un casco viejo urbanísticamente interesante, no tiene casi nada... pero lo que tiene lo tiene en su lugar. Hay luz en abundancia y gentes que pasean parsimoniosamente parándose a mirar los escaparates de tiendas que venden productos a precios muy asequibles.

IV

Ayer di una conferencia en la sede de la Universidad de Castilla La Mancha. Comenzó con un cuarto de hora de retraso sobre el horario previsto sin que nadie se dignara a darme una explicación. Así que cuando, al fin, tomé la palabra, lo primero que hice fue echarles una bronca, porque siempre, pero sobre todo cuando se habla de educación, la puntualidad forma parte esencial del mensaje.

miércoles, 17 de abril de 2024

Júbilo

I

Amanecer en Atocha. Todos estamos de paso. Las estaciones son monumentos al desarraigo, especialmente a esta hora de la mañana, cuando aún llevamos pegado a la cara algo del calor de las sábanas.

II

Quinta sesión del Seminario Después de la orgía. Continúa la satisfacción. Cuando vino Abraham Tena a interpretarnos su "música de la otra orilla", recordé en su presentación aquello de Wittgenstein: "De lo que no se puede hablar, mejor callarse" y lo desmentí diciendo que nada de callarse, porque se puede gritar, bailar, llorar, gemir, musicar, poetizar... Ayer recuperé este hilo para establecer una conexión entre Wittgenstein y San Agustín.

III

En uno de sus comentarios a los salmos, en concreto, al 101, el que comienza con "Aclamad con júbilo al Señor la Tierra entera", san Agustín se detiene a analizar el "júbilo". "El que se llena de júbilo", dice, "no pronuncia palabra. El júbilo es la voz de un corazón inundado de alegría" que necesita manifestar sus sentimientos, pero no encuentra palabras para ello y "emite ciertos sonidos o gritos de alegría, no palabras", se halla "repleto de alegría y no puede explicar con palabras su regocijo". Cuando no puedes expresar lo que sientes, concluye san Agstín, no te calles,  expresa tu sentimiento con júbilo.

 IV

Lo que san Agustin dice el júbilo también se puede decir del dolor, de la angustia, del desconsuelo...



domingo, 14 de abril de 2024

A pasos de paloma

 I

Día veraniego. La playa, con mucha gente y las terrazas de los bares, con muchas mesas libres. A medio día he dado con mi mujer un pequeño paseo. El agua de la orilla estaba transparente y la gente parecía feliz. La playa es la principal prímula.

II

El día 17 le presento su último libro a Andreu Navarra, un enorme trabajador, culto y memorioso, que sabe moverse muy bien entre hechos e ideas. He comenzado a lee el libro, que es una historia del comunismo en España con mucho interés. Creo que compartimos más de una querencia, lo cual es como decir más de un sesgo.

III

Comida y siesta en el sofá, envuelto en una manta como una momia. ¡Qué dulzura"

IV

Al escribir esto ya anochece. El atardecer es plácido, nada de los dramatismos otoñales. Un desvelarse de la noche que llega a pasos de paloma, como decía Nietzsche que llegaban las verdaderas revoluciones.

V

Israel. Releo a Leo Strauss: "El hombre ha de elegir entre la paz de espíritu que deriva de una ilusión agradable y la paz de espíritu que deriva de una desagradable verdad". Espero que me entiendas, Betty.

sábado, 13 de abril de 2024

Luces de Bohemia

 I

En casa, donde está todo en su justo sitio y cada sitio te acoge solícito.

II

Vuelvo con la memoria desbordante de imágenes de satisfacción y con la certeza de que regresaré pronto.  

III

Tuve un encuentro gratísimo con la buena gente del Colegio Montearagón. Y, después, cena. Podríamos haber estado hablando toda la noche. Pero mi cuerpo tiene su lógica imperiosa, e incapaz de transigir, impuso sus horarios.

IV

Estando en Zaragoza me era obligado visitar Luces de Bohemia, una librería anticuaria -así se presenta- de la calle Casto Méndez Nuñez, en pleno casco viejo. Estaba en la puerta a las 10:00 del viernes, pero no abría. Como tenía un teléfono de contacto, llamé y el librero me dijo que estaba en la feria del libro viejo de la Plaza de Aragón. Y allí me fui, feliz e ilusionado. ¿Qué más me podía ofrecer Zaragoza?

V

Temiéndome lo peor me puse un techo de gasto. Más de esa cantidad, no; de ninguna manera. Pero me encontré con muchísimas más cosas interesantes de las esperadas. Ya en la primera parada sobrepasé el presupuesto y, como era incapaz de prescindir de ninguno de los libros elegidos, le dije al librero: "Tengo que dejar libros, que he sobrepasado el presupuesto. ¿Por qué no me quita usted los que considere?" El hombre me miró, me sonrió y me dijo "¡Ande, ande, lléveselos todos por ese precio!"

VI

Hoy me he enterado que Javier Garisoain tenía un puesto allí. Pasé por delante, pero no lo vi. Me hubiera gustado saludarlo. Javier es el alma de "Urroz, villa del libro", donde el año pasado me encontré con un viejo maestro mío, Santiago Arellano, gran filólogo. Y gran navarro, fallecido poco después.

Tracios, iberos y partos

I Cada vez que me encuentro con piezas ibéricas relevantes, como el sábado en el Museo de Albacete, le envío imágenes de las mismas a mi ami...